Aragón se caracteriza por ser una de las comunidades autónomas más ricas en parajes naturales. Huesca es un claro ejemplo de ello, y si te gusta la montaña, la naturaleza y el deporte, no puedes dejar de visitar Los Mallos de Riglos. ¡Son una maravilla!
Los Mallos de Riglos y sus vistas
La vista de las enormes moles rocosas que forman Los Mallos de Riglos, con el pueblo de Riglos a sus pies es una de las vistas más bonitas del paisaje aragonés, sin duda.
Como veis para aquellos que se atreven a encaramarse a Los Mallos de Riglos y saltar, las vistas son privilegiadas. Para los no tan valientes, casi desde cualquier punto, se pueden observar Los Mallos y disfrutar de ellos sin tanto riesgo. ¿Qué os ha parecido el vídeo? Increíble, ¿no?
Curiosidades de Los Mallos de Riglos
Mallos es una palabra aragonesa que significa mazo, lo cual le va muy bien a estas montañas por su peculiar forma. Se usa para llamar a los grandes escarpes rocosos que, por efecto de la erosión, quedan aislados de la montaña a modo de pilones. Los Mallos de Riglos forman unos esbeltos relieves, con paredes de más de 300 metros de altura en vertical, rematados por cimas en forma de cúpula cuyas cotas absolutas enrasan a los 900 metros. ¡Increíble!
Cada Mallo tiene un nombre propio, algunos de ellos por nombres de casas o familias del pueblo de Riglos, otros en honor a escaladores o alpinistas de la zona. Los nombres de los Mallos de Riglos son: Firé, Pisón, el Puro, el Castilla, los Volaos, el Cuchillo, el Melchor Frechín, la Visera, el mallo del Agua, Colorado, Chichín, Herrera, Magdalena, Cored, Carilla, Aguja Roja, Gómez Laguna, Capaz, Paredón de los Buitres y Macizo d’os Fils. ¡Hay un montón!
Deporte y aventura ¡no puede faltar!
Los Mallos de Riglos y los cañones de agua de su río Gállego, constituyen una de las zonas de montaña para practicar deporte más atractivas de Aragón.
Para los amantes de la escalada, Los Mallos de Riglos son casi un parque de atracciones. Tienen unas 200 vías de entre 200 y 300 metros de altura. Salvo la zona de bordillos y de los mallos chicos, donde apenas supera los 100 metros y son mucho más aptos para principiantes. El acceso hasta la zona de escalada de cualquiera de los sectores se hace desde el pueblo de Riglos. Un paraje genial para escaladores.
Además, es un lugar genial para practicar rafting. Se parte de Murillo de Gállego, en el propio río Gállego. Hay rutas de descenso de entre 7 y 10 kilómetros, una maravilla. El río Gállego discurre bajo las paredes de los Mallos de Riglos creando un paisaje inigualable. ¡Además el rafting es muy divertido! Tienen rutas para principiantes y para niveles más avanzados. ¡Pruébalo! No te arrepentirás.
Los Mallos de Riglos pueden ofrecernos un entorno precioso para pasear y relajarse. También es una zona inigualable para practicar deporte de aventura. ¡No dejes de visitarlos! Te encantarán.
Aragonízate 