El Pirineo está repleto de rincones magníficos que no te puedes perder y hoy nos adentramos en el valle de Broto, un lugar maravilloso para perderse y para reconectar con la naturaleza. No te pierdas ningún detalle y sigue leyendo!
Los municipios que conforman el valle de Broto
Este precioso valle, de cuya historia hablaremos después, está formado por:
- Broto. Situado en el centro del valle, es la capital histórica y la cabecera del municipio. Consta de dos barrios a ambos lados del río Ara que estaban unidos por un puente gótico, el cual fue destruido durante la Guerra Civil.
- Oto. Se encuentra a 1 km de Broto y conserva un interesante conjunto de arquitectura popular, en el que destaca la torre defensiva del s. XVI de Casa Don Jorge.
- Buesa. Está en la parte alta del Valle. Su iglesia conserva un crismón románico y pinturas populares en su interior.
- Sarvisé. A 3 km de Broto, aguas abajo y a orillas del río Ara.
- Asín de Broto. Es una localidad de nobles casas que conservan la estructura del s. XVI y entre las que destacan la Casa Cabalero y la antigua Casa Notario.
- Bergua. Aunque en la actualidad está prácticamente deshabitado, conserva una interesante arquitectura debido a la importancia que tuvo en siglos anteriores.
- Torla. Es la villa capital del municipio que engloba los núcleos de Fragén, Linás de Broto y Viu de Linás.
Ahora que ya estamos situados en el valle y conocemos sus municipios, vamos a adentrarnos en su historia.
El valle de Broto antes de la Edad Media
Aunque existen restos megalíticos en la zona de Bujaruelo que nos hablan de la temprana presencia del hombre en las zonas altas del Ara, la historia del valle de Broto comienza en la Edad Media.
Eso no quiere decir que antes no pasase nada, sino que nada sabemos con certeza hasta la época del medievo. Sí que es verdad que en el siglo II a.C. comenzó el proceso de romanización. Las vías de penetración remontaron el curso del Cinca hasta Aínsa, donde se dividieron en dos murales: uno iría hacia Chistau y el otro a Bujaruelo.
La llegada de los musulmanes en el 714 apenas se sintió en esta zona. Por el contrario sí que se conoce el estrecho contacto que había entre el condado de Aragón y el valle de Broto. A principios del s. XI Bergua, Sarvisé y Broto se encontraban bajo el dominio de Sancho III El Mayor. Con la Muerte de Gonzalo, Rey de Sobrarbe y Ribagorza, todos sus territorios cayeron en manos de Ramiro I, con lo que estas tierras pasaron a formar parte del Reino de Aragón.
De la Edad Media a la actualidad
En la Edad Media hubo varios acontecimientos que hicieron que el valle de Broto consiguiera mayor notoriedad. A Broto le otorgaron la concesión de mercado; la transcendencia del puerto de Bujaruelo hizo que Broto fuese incluido dentro de la red aduanera, siendo una de las 12 taulas de cobro fijadas en las Cortes de 1363 en todo el Reino de Aragón.
Tras una época de prosperidad, en el s. XVII el valle entró en una regresión económica debido a los fuertes aranceles, la emigración a América, las epidemias y la inestabilidad social.
A principios del s. XVIII hubo una serie de episodios violentos como consecuencia de la guerra de Sucesión a la Corona. La segunda mitad del s. XIX fue el republicanismo la opción ideológica que consiguió un respaldo considerable en todo el valle, Joaquín Costa en su Obra Colectivismo agrario en España, llego a decir que «el valle de Broto forma como una república de ganaderos enteramente colectivista».
Conforme se iba acercando el s. XX, la belleza natural de este valle empezó a atraer cada vez más a gentes de fuera que venían para conocer estas tierras y sus parajes. De entre todos, tal vez el más conocido es Lucien Briet, verdadero instigador de la declaración de Ordesa como Parque Nacional. A partir de 1916, tras la aprobación de la Ley de Parques Nacionales, se inicia el proceso de declaración de los primeros Espacios Naturales Protegidos del Estado. La concesión de esta figura de protección llegó en agosto de 1918 siendo inaugurado 2 años después.
Qué ver y qué hacer en el valle de Broto
Si hay algo que destaca en este valle es el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, en el cual encontramos el macizo de Monte Perdido (3.355 m). Un paisaje de grandes contrastes: : la extrema aridez de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, contrasta con los verdes valles cubiertos por bosques y prados, donde el agua forma cascadas y atraviesa cañones y barrancos. ¡Un espectáculo maravilloso!
Si vais al valle tienes que hacer la vía ferrata de Sorrosal, una excursión impresionante que empieza en la cascada de Sorrosal en Broto. Merece mucho la pena hacerla y, por si tenéis alguna duda de la ruta, os dejo aquí más información.
Aquí hay opciones para todos y si os gusta más el senderismo, en el valle de Broto hay cuatro rutas que no os podéis perder: la ruta de la cascada de Aripas, la ruta del Circo de Soaso-Cola de Caballo, la ruta de la Senda de los Cazadores y la ruta de la cascada y Circo de Cotatuero. Todas ellas preciosas y llenas de encanto.
Por último, para los más aventureros, hay un montón de deportes y actividades que podéis realizar: bicicleta de montaña, escalada, paseos a caballo, barranquismo, piragüismo, rafting y esquí de fondo y alpino.
Con todo esto, ¿ya sabéis qué vais a ver y a hacer en el valle de Broto? Os leo en comentarios 🙂