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La maldición de Trasmoz y sus brujas, una historia sorprendente

La maldición de Trasmoz y sus brujas, una historia sorprendente

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Este fin de semana se celebra Halloween y el Día de Todos los Santos y, claro, esta historia no podía faltar. Nos adentramos en la comarca de Tarazona y el Moncayo para contaros la historia de la maldición de Trasmoz. ¿Tenéis curiosidad? ¡Seguid leyendo!

El origen de la maldición de Trasmoz

Primero vamos a situarnos un poco, sobre todo para los que no conozcáis Trasmoz. Es un pueblo pequeñito perteneciente a la comarca de Tarazona y el Moncayo, en la provincia de Zaragoza. Parte de su municipio está ocupado por el Parque Natural del Moncayo, lugar que tenéis que visitar sí o sí. Ahora que ya sabemos dónde se encuentra, vamos a meternos de lleno en el origen de la maldición de Trasmoz.

Si vais al pueblo veréis que está vigilado por el castillo, situado en lo alto y con aire desafiante. Cuenta la leyenda que este castillo fue construido en una noche por un ser maligno, que había pactado con el diablo, y que sus ocupantes se dedicaban a fabricar monedas falsas. Esta actividad generaba mucho ruido, debido al martilleo constante, y para evitar ser investigados expandieron el rumor de que eran brujas y hechiceros los responsables. ¿Os imagináis? Un castillo habitado por brujas que hacían sonar cadenas por las noches y que envenenaban las cosechas, ¡esto no podía ser! Con todos estos hechos, en el 1255 el abad del Monasterio de Veruela excomulgó al pueblo.

El origen de la maldición de Trasmoz
Fuente: Lugarnia

Las tensiones entre el pueblo y la Iglesia se mantuvieron durante años hasta que, en el siglo XVI, explotó todo. Un problema entre el señor de Trasmoz y el abad del monasterio por las aguas de riego, derivó en la maldición de Trasmoz. ¿Perdón? El abad se tomó la justicia por su mano y una madrugada de 1511 se reunió con los monjes del monasterio para recitar el salmo 108 del Libro de los Salmos«Danos tu ayuda contra el adversario, porque es inútil el auxilio de los hombres; Con Dios alcanzaremos la victoria, y él aplastará a nuestros enemigos».

El señor de Trasmoz, sus descendientes y los habitantes quedaron maldecidos para siempre. En España no existe ningún otro lugar en el que haya caído un ritual igual. Por eso Trasmoz es el único pueblo excomulgado y maldito de España.

Tía Casca, la bruja más conocida de Trasmoz

Hemos hablado de las brujas del pueblo pero, de entre todas ellas, destacó la tía Casca, una mujer que vivió en Trasmoz en el siglo XIX y que poseía poderes sobrenaturales. Era capaz de volar, hablaba latín y lenguas desconocidas, envenenaba las aguas y emponzoñaba la hierba. Fue acusada de ejecutar males de ojo, se divertía sacando a los niños de la cuna para azotarlos y llevaba el mal a las cosechas y a los animales. Por todo ello fue perseguida por los vecinos del lugar, hasta que en 1850 la arrojaron por un barranco.

La realidad detrás de la excomunión

Bueno, vamos a hacer un apunte por si acaso. El castillo, según fuentes navarras, ya existía en 1185 y empezó a formar parte de la Corona de Aragón por mediación de Alfonso II. Y la excomunión se debió a los problemas que surgieron entre el pueblo de Trasmoz y el abad, por la provisión de leña. Digamos que el Monasterio de Veruela siempre fue «el mayor enemigo» de Trasmoz, una cosa llevó a la otra y ¡pum! Excomulgados.

Es necesario conocer la historia real de nuestros pueblos y tenerla presente. Pero claro, la leyenda y la fantasía están mucho mejor y a mí me gusta más esa parte, no os voy a mentir.

Y vosotros, ¿habéis estado en Trasmoz? ¿Conocíais la leyenda? Os leo en comentarios y ¡os deseo un buen puente!

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