Amigos, estamos inmersos en pleno mes de diciembre, justo a las puertas del invierno y con la Navidad a la vuelta de la esquina, una fecha, una sensación de alegría se respira en el ambiente y se extiende por todos los rincones de nuestra ciudad de una manera especial.
Este sábado día 6 de mayo, tenemos una cita ineludible en Cuencabuena, un pequeño-gran municipio de la Comarca del Jiloca en Teruel. La BTT Cuencabuena, una cita que se ha convertido en un clásico para los amantes del deporte de las dos ruedas, un ruta para bicicletas todo-terreno que este año cumple su 5º Aniversario.
Mucha gente cree que abrir un blog y ponerte a escribir como un descosido es cosa fácil, podrás escribir sobre lo que más te guste y puedes hacerlo todos los días, otra cosa es que te lean. ¿Que está de moda? Ciertamente, las Redes Sociales tienen buena culpa de la proliferación de infinidad de publicaciones de blogs a diestro y siniestro, ahora bien, escribir sobre algo que interese de veras y conseguir un público que te siga, eso ya es harina de otro costal.
Mañana se celebra un festival, benéfico y solidario, podría ser uno de tantos solo que esta vez se trata de algo tan importante como la donación de órganos, esas ‘piezas’ que llevamos todos dentro del cuerpo, tan importantes para seguir vivos y porque la finalidad del mismo, nace de la iniciativa de un personaje de nuestra tierra, un aragonés valiente y obstinado de esos a los que no se les pone nada por delante, un héroe, no de los que aparecen en las películas de ficción, sino a uno real, de carne y hueso, nos referimos a Carlos Sanz, un tipo sencillo, campechano y luchador que te puede contar como se las ha tenido que ver cara a cara con “el lado oscuro” en más de una ocasión, como si tal cosa. Podría perecer que nos tomamos el asunto muy a la ligera pero nada más lejos de la realidad, conocer la historia de Carlos, no solo te pone los pelos de punta, sino que además toca directamente la fibra sensible al más ‘pintao’, la historia de un aragonés que sabe que el regalo más valioso de este mundo, es la vida.
Que lejos quedan en la memoria aquellas vetustas boticas decoradas con madera oscura donde imperaba la sobriedad, las mismas que algunos –con una cierta edad- todavía recordamos con sus estanterías repletas de albarelos de cerámica y una hucha del Domund sobre el mostrador. ¡Como hemos cambiado!
Aragonízate 